25/12/15

Riesgos en la sala de operaciones

Riesgo: Se considera que un riego constituye la posibilidad general de que ocurra algo no deseado, mientras que el factor de riesgo actúa como la circunstancia por a cual es necesario que ambos ocurran en un lugar y un momento determinado para que dejen de ser una opción y se concreten en atención al trabajador.
Si bien el riesgo infeccioso existe en todos los ambientes, es mayor en los hospitales centros de investigación con microorganismos, al ser teóricamente más frecuentes las posibilidades de contagio y contaminación debido al continuo contacto con pacientes y a la necesidad de manejar objetos y productos sépticos.
El quirófano es un ambiente potencial y realmente peligroso, en que el interactúan una serie de elementos físicos, mecánicos, en medio de una mezcla de oxígeno y gases anestésicos, criticidad de los pacientes e intervenciones, que dan en mayor o menor grado las condiciones favorables para la ocurrencia de accidentes y/o presencia de enfermedades profesionales. El riesgo de exposición en procedimientos quirúrgicos se incrementa cuando estos se extiende en tiempo o por circunstancias como hemorragias masivas, manejo de material cortopunzante agujas hipodérmicas, agujas de sutura, bisturís.

Riesgo biológico
La forma más segura es considerar todas las muestras potencialmente infecciosas, adoptando una serie de precauciones universales, no debiéndose marcar o señalar de manera alguna las muestras de sangre, tejido o fluidos de aquellos pacientes que se sabe se encuentran infectadas, ya que la señalización vulnera el derecho a la intimidad y a la confidencialidad que asiste a todos los pacientes, por lo que se recomienda seguir las medidas de tipo barrera:
Barreras físicas: mediante guantes, agujas y jeringuillas desechables (nunca se reencapucharán las agujas), etc.
 Barreras químicas: utilización de desinfectantes.
 Barreras biológicas: vacunación contra enfermedades infecciosas, informando previamente al personal de las ventajas e inconvenientes tanto de la vacunación como de la no vacunación.

Riesgo cuyo origen son los gases
La presencia de gases o vapores anestésicos a elevadas concentraciones en el aire y ambiente de los quirófanos, salas de reanimación…, puede ocasionar efectos nocivos para la salud de los trabajadores de quirófano. Los compuestos más utilizados son el protóxido de nitrógeno y el halotano, los cuales presentan menor riesgo de toxicidad y mayor seguridad en su manejo.

Biomecánica
 El dolor de espalda es la principal causa de pérdida de horas de trabajo, superado solamente por las infecciones de las vías respiratorias superiores. El hecho de estar de pie durante periodos prolongados, con frecuencia en posiciones incómodas, es una causa frecuente de dolor en la zona baja de la espalda. Se deben evitar los esfuerzos agotadores y las posturas corporales incómodas o tensas. El hecho de apoyar el peso en un solo pie provoca una tensión mayor. Cuando se mantienen los dos pies juntos estando de pie, la musculatura de los muslos debe estar continuamente en tensión para mantener la postura erecta. Por el contrario, cuando los pies están separados, los ligamentos de las caderas y de las rodillas soportan el peso del cuerpo con menos esfuerzo. Por eso cuando se está mucho rato de pie junto a la mesa de quirófano es bueno adoptar una postura de pies separados, pues será menos cansado para el personal de quirófano. Mientras está en su lugar, observando la intervención quirúrgica, y la mesa del instrumental, la EC puede estar con las extremidades superiores e inferiores en posición de descanso. En esta posición se sujetan los brazos detrás de la espalda mientras los pies se mantienen separados.
Con respecto a los zapatos, se deben tener en cuenta la comodidad como la seguridad. Las zapatillas deportivas de lona o cuero que se sujetan con velcro proporcionan una sujeción adecuada al pie. Si hay que correr durante una urgencia, estos zapatos serán más seguros que cualquier variedad de zueco abierto por detrás. Los zapatos blandos no protegen de la caída de objetos.
La mesa de operaciones se ajusta a la altura idónea de trabajo del cirujano, aunque no sea la posición más cómoda para otros miembros del equipo quirúrgico. Los miembros de deben poder estar de pie con los brazos cómodamente relajados desde los hombros, sin apoyarse y en la mayoría de los movimientos de trabajo no deberían necesitar levantar las manos por encima el nivel de los codos. A veces se necesita algún tipo de plataforma (escalones o banqueta) para que la EI y/o el ayudante del cirujano puedan trabajar a una altura adecuada.
Estas plataformas deben ser lo bastante anchas y largas para permitir estar sobre ellas con los pies separados. Si el cirujano es bajo puede estar sobre uno de estos escalones, para permitir que el resto del equipo tenga la mesa de operaciones a una altura cómoda para trabajar.
También es igualmente importante corregir la postura cuando se está sentado. La espalda tiene la máxima resistencia cuando esta recta. Cuando estén sentados, los miembros del equipo deben sentarse bien atrás en el sillón o la silla, con el cuerpo resto desde las caderas al
 Al inclinarse hacia delante, lo harán por las caderas, no por los hombros o por la cintura.
Esta posición es la que provoca menos tensiones en los músculos, ligamentos y órganos internos. Antes y después de la intervención quirúrgica, la EC y la EI, pueden sentarse entre los periodos en que deban permanecer de pie. Si se trabaja sentado, el sillón o la silla se deben ajustar a la altura adecuada de la superficie de trabajo.

Radiación no ionizante:
La energía radiante es la que emiten en forma de calor y/o luz las ondas de radio, microondas, televisores, ordenadores, radiadores de calefacción y fuentes de luz. Por ejemplo las luces quirúrgicas por encima de la cabeza producen calor. Los cables de fibra ópticos emiten luz fría, pero la luz que trasmiten es intensa y puede producir calor. La radiación de estas fuentes no es ionizante (con excepción de la luz ultravioleta, que puede alterar el ADN de las células, quemar tejidos, y lesionar los ojos). La radiación no ionizante no se acumula en el organismo, y por lo tanto no necesita controlarse. Si se controla adecuadamente, la radiación no ionizante en sí misma no es peligrosa. Los láseres son una forma de radiación no ionizante, haces de luz de muy alta energía, concentrados en una circunferencia muy pequeña para producir un calor muy intenso. El láser se debe usar según las normas y directrices legales establecidas y las instrucciones de seguridad del fabricante. Los láseres pueden evaporar, cortar o coagular los tejidos expuestos directamente sobre ellos. Pueden provocar quemaduras a cause de una exposición indirecta. El fuego, las explosiones, la exposición de ojos y piel, y el humo del láser también son riesgos posibles para los pacientes y el personal. Se deben adoptar medidas de seguridad

Electricidad
El uso adecuado de los dispositivos electrónicos constituye una preocupación esencial de los profesionales sanitarios y los miembros de la industria comprometidos con un cuidado seguro al paciente. La comercialización y las normas de seguridad de los dispositivos electrónicos médicos utilizados en el entorno perioperatorioestán regulados por la ley. El personal con una formación inadecuada o el mal funcionamiento de dispositivos tales como los bisturís eléctricos, desfibriladores y aparatos de rayos X, son los responsables de los accidentes mortales o casi mortales que se producen.

Fuego y explosión
El fuego debe ser una preocupación esencial en quirófano. Los fuegos en una atmósfera enriquecida en oxígeno tienen un carácter definitivamente distinto de los que se producen en una atmósfera normal. La gravedad potencial del fuego se debe considerar, ya que puede provocar extensas lesiones tanto al paciente como al personal. La presencia de gases inflamables o combustibles, líquidos, vapores, etc., puede provocar una combustión ultrarrápida de los materiales que los rodean con una violencia explosiva.

Gases anestésicos
Los sistemas de aire acondicionado o ventilación ayudan a evitar las bolsas de gases anestésicos en el quirófano, aunque las concentraciones alrededor del aparato de anestesia y de la cabeza del paciente puede que no se reduzcan sensiblemente. Durante las intervenciones quirúrgicas se pueden escapar cantidades sustanciales de gases.

Productos esterilizantes
Los productos químicos usados para esterilizar artículos sensibles al calor pueden ser tóxicos o se pueden evaporar, emitiendo vapores tóxicos irritantes para los ojos y las vías nasales, incluso a nivel de exposición muy bajos.

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